Uno de los fenómenos sociales más importantes a día de hoy es la migración. La mayoría de las causas que impulsan a las personas a dejar sus lugares de origen son sociales, económicas y políticas. Los seres humanos somos seres sociales y el objetivo de vivir en sociedad es crear redes y tejidos asociativos donde poder relacionarnos e intercambiar conocimientos y cultura. Sin embargo, cuando se habla de movimientos migratorios y de la llegada de personas migrantes a nuestro entorno no existe tal aceptación, los tejidos se rompen o se cierran sin dar la posibilidad a la integración completa de las personas migrantes. Los grandes movimientos migratorios se dan cuando en un país hay problemas económicos, sociales o políticos. Por eso cada vez hay oleadas migratorias diferentes, con motivos y de sitios distintos. Existe un modelo migratorio que forma parte del sistema social actual, sin embargo, hay que plantearse si realmente estos movimientos migratorios excluyen o incluyen a la población migrante. El orden de este modelo posiciona al inmigrante dentro de la jerarquía social, lo que implica la creación de una imagen preconcebida de las personas inmigrantes y que se destaquen las diferencias culturales de una forma negativa, por lo que se les ubica en una posición social inferior. Al vivir en una sociedad globalizada, donde existe una interculturalidad, es importante hacer un cambio en el modelo migratorio actual donde no existan prejuicios ni sesgos sociales que incapaciten la total integración de las personas inmigrantes. Una de las mayores barreras a las que se tiene que enfrentar la sociedad es a la deconstrucción de la imagen y los prejuicios de las personas inmigrantes. Para ello, es importante recalcar el papel indispensable que tienen los Derechos Humanos y Fundamentales a la hora de velar por las personas inmigrantes, pero también las políticas de cada país para proteger y acoger a aquellos/as que se ven envueltos por las consecuencias de emigrar. Hay que tener una perspectiva crítica de lo que representa la inmigración en España. En este país la Ley de Extranjería, lejos de proteger, discrimina a las personas inmigrantes y, definitivamente, no garantiza un Estado de Bienestar para todo el mundo. Hay un racismo muy arraigado en esta sociedad que está promovido y motivado por el miedo. Escuchar a diario a los políticos y las políticas del país diciendo, por ejemplo, que hay oleadas de inmigrantes que vienen en patera o que los MENA (menores extranjeros no acompañados) solo vienen a España para conseguir los papeles, al final causa efecto. Partidos ultraderechistas como Vox plantean el cierre de todos los centros donde residen los menores que llegan solos al país y la alternativa que proponen es repatriarlos. Son represalias y castigos injustos donde solo cabe odio y no se mira por los derechos ni la dignidad humana. Vox y otros partidos de derechas, tienen un discurso de odio y criminalización hacia las personas inmigrantes, concretamente hacia las que tienen una situación administrativa irregular en el país. Este tipo de comentarios y de discursos crean una idea errónea de las personas inmigrantes, fomentando el odio e incitando a la violencia por parte […]
