Desde la FFM Isadora Duncan, junto con una coalición europea de ONGs, alertamos del crecimiente riesgo de los créditos al consumo de bajo importe, algo que afecta aún más a las familias en situación de vulnerabilidad. Por ello se ha realizado una propuesta técnica para explicar la necesidad de mejorar las evaluaciones de solvencia en este tipo de productos.
Sabemos que el crédito al consumo sigue siendo un producto de gran importancia para las familias, nos permite efectuar compras y afrontar gastos imprevistos. Aún así, éste tipo de créditos de bajo importe pueden suponer muchos riesgos para las familias, en especial a las que están en situaciones de vulnerabilidad. Y, por eso, es esencial que los criterios para conceder esos créditos sean rigurosos y evalúen correctamente la solvencia antes de concederlos.
¿Qué debemos saber antes de contratar un crédito de bajo importe?
Es muy importante saber que tenemos capacidad para afrontar los pagos del mismo, ajustándolo a la realidad de nuestro presupuesto familiar.
Un crédito que esté por encima de nuestras posibilidades de pago deja de ser algo positivo, pudiendo conducir a nuestra familia a un problema en nuestro presupuesto y a entrar en conductas de riesgo. Por esa razón, las evaluaciones de solvencia son cruciales para evitar riesgos futuros de sobreendeudamiento.