23 de septiembre, Día internacional contra la explotación sexual y la trata de mujeres, niñas y niños

En el marco del Día Internacional contra la Explotación Sexual y la Trata de Mujeres, Niñas y Niños tuvimos una conversación con Iskra Luz Orrillo Valencia, quien lleva más de 20 años dedicada a la atención psicológica de colectivos en situación de vulnerabilidad. Durante los últimos 10 años su trabajo y activismo está centrado en acompañar procesos de recuperación de mujeres víctimas de violencia de género. Es licenciada en Psicología y Máster en Migraciones, Refugio y Relaciones Intercomunitarias. Especialista en la intervención con mujeres supervivientes de la trata con fines de explotación y víctimas de violencia en la pareja. Actualmente es responsable del Departamento de Salud de Proyecto Esperanza y presidenta de la Asociación de Mujeres Latinoamericanas Amalgama. Es una de las impulsoras de la Red de Promotoras Comunitarias por la Igualdad y una Vida libre de violencias. Nos explicó qué es la trata y la explotación, cuál es el impacto en las mujeres víctimas, cuáles son los factores que hacen que una mujer termine siendo víctima de trata y qué es lo está haciendo el Estado español para terminar con este delito. Cuando se habla de la trata de personas con fines de explotación sexual es importante mencionar que es una violencia de género, porque el 80% de las personas que la sufren en el mundo son mujeres y niñas, es una violación de los Derechos Humanos y es un delito que está tipificado en el Código Penal. La trata se define como una persona que es trasladada de un lugar a otro a través de la intimidación, la coacción y/o la fuerza para explotarla en beneficio propio, ya sea laboralmente, sexualmente, para la mendicidad, para cometer actos delictivos o para matrimonios forzados. Es la esclavitud de este tiempo. Es una realidad compleja en la que no se puede hablar de una sola causa, pero los datos nos indican que está relacionada con cuestiones económicas, sociales, con la desigualdad que existe en el mundo, sobre todo hacia las mujeres. La feminización de la pobreza está invisibilizada y hay mucha impunidad en este delito, el machismo y el patriarcado favorecen la violencia extrema. La pobreza por sí misma no va a hacer que una mujer sea víctima de trata, hay muchos factores que las ponen en una situación de vulnerabilidad y eso es lo que permite que se dé esta violencia. Además, es uno de los negocios más lucrativos del mundo, después de la droga está la trata de personas. Las mujeres que han vivido trata y explotación muchas veces entran en ella por un deseo de mejorar su situación o de huir de otro tipo de violencias. Por ejemplo, ahora que nos encontramos en una situación en donde hay muchas personas que solicitan asilo, mujeres que salen huyendo de situaciones de violencia en la pareja se encuentran con la trata, huyen de una violencia para encontrarse con otra. La situación en la que se encuentran las mujeres en el mundo permite que los diferentes tipos de violencia contra ellas existan y se perpetúen La objetivización del cuerpo de las mujeres, sobre todo cuando estamos hablando de trata con fines […]