En una sociedad racista no basta con no ser racista, hay que ser antirracista
“En una sociedad racista no basta con no ser racista, hay que ser antirracista” – Angela Davis El Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial es una jornada de concienciación que se celebra anualmente el 21 de marzo. Este día fue establecido por la Asamblea General de Naciones Unidas (AGNU) en octubre de 1966 como respuesta a la masacre de Sharpeville de 1960, en la que la policía sudafricana mató a 69 personas que protestaban pacíficamente contra las leyes de pases del apartheid en Sudáfrica. El objetivo de esta conmemoración es reforzar el llamado a la comunidad internacional para redoblar esfuerzos en la eliminación de todas las formas de discriminación racial (Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, 2024). La movilidad humana es una realidad que existe desde la prehistoria como elección y/o necesidad, sin embargo, esta libre circulación ha dejado de ser un derecho, para convertirse en un control fronterizo, sometido a la división del norte y del sur, marcada por una ley que en vez de proteger, vulnera los derechos de las personas inmigrantes, que no se pueden desplazar de manera libre ni digna, tanto en el trayecto como en la llegada al país de “acogida”. La presencia de personas “extranjeras”, no solo ha ayudado al crecimiento de la población, sino que ha dado paso a una sociedad diversa, donde han florecido nuevos retos desde la multiculturalidad dando lugar a un enriquecimiento cultural, lingüístico y religioso, entre otros. Esta realidad, que debería motivar el diálogo, la convivencia y el intercambio, se ha topado con conflictos, racismo y exclusión, lo que lleva a concluir que no se están cumpliendo los planes de acción para la inclusión efectiva de personas migrantes y/o racializadas. En los últimos años, el racismo se ha convertido en asunto de máximo interés social, académico y, sobre todo, mediático. Así, de la misma forma en que han aumentado los espacios de incidencia, denuncia y conciencia sobre el racismo, se han incrementado también los bulos y las noticias falsas, junto a un discurso político cargado de odio o de paternalismo y utilización. En la actualidad, el concepto de racismo no se limita a las diferencias físicas, biológicas o de vestimenta; sino que alude a todo un discurso organizado, argumentado y bien preparado, basado en la seguridad, el bienestar de las ciudadanas y los ciudadanos, o aspectos culturales, morales y éticos para legitimar el racismo. En aras a hacer frente al racismo, se han promulgado diferentes preceptos normativos a nivel estatal y autonómico, entre los que se encuentran la Ley 62/2003, de 30 de diciembre, de medidas fiscales, administrativas y del orden social, cuyo Título II establece diversas medidas para la aplicación del principio de igualdad de trato; así como el Decreto 20/2022, de 4 de marzo, del Consell, de creación del Observatorio valenciano para la igualdad de trato, la no discriminación y la prevención de los delitos de odio. Sin embargo, la lectura de la legislación que tienen como objetivo garantizar el trato igualitario, ha de hacerse sin olvidar la vigencia a nivel estatal de la Ley Orgánica 4/2000, de 11 de enero, […]