Voces silenciadas: la lucha contra la trata de personas y la explotación sexual
Hoy, 23 de septiembre de 2024, se conmemora el Día Internacional contra la Explotación Sexual y el Tráfico de Mujeres, Niñas y Niños, instaurado por la Conferencia Mundial de la Coalición Contra el Tráfico de Personas, en coordinación con la Conferencia de Mujeres, en 1999. En este día es necesario que se visibilice, una vez más, la violencia que día tras día sufren miles de mujeres, niñas y niños en el mundo. Así pues, aunque los casos detectados por las instituciones pueden parecer pocos, hablamos de un sistema criminal que cada día explota a personas en todo el mundo. Todavía se conoce como “trata de blancas” a la trata de personas con fines de explotación sexual. No obstante, debe entenderse que este fenómeno criminal no sucede únicamente en el este europeo, sino que arrastra a mujeres, niñas y niños de todas partes del mundo. Según el Protocolo de Palermo (Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres y niños, que complementa la convención de las Naciones Unidas contra la delincuencia organizada transnacional) la trata de personas contempla la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, el engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. Según las estadísticas del año 2023 elaboradas por el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado-CITCO de la Secretaría de Estado de Seguridad de España, se identificaron un total de 1.466 víctimas de delitos de trata y explotación de seres humanos con diferentes fines, 18 de ellas niños y niñas menores de edad, habiendo logrado la detención de 923 personas y desarticular 109 grupos u organizaciones criminales. Del total de víctimas el 56% fueron mujeres y, concretamente, 664 destinadas a la trata y explotación sexual, 294 y 370 respectivamente. Además, 5 víctimas del total (2 de ellas menores de edad) eran destinadas a matrimonios forzados. A pesar de los datos sobre criminalidad que hemos recopilado, no se puede olvidar las diferentes barreras jurídicas con las que nos encontramos diariamente. Cabe recordar que, como se ha mencionado anteriormente, para juzgar un delito y condenar por trata, hay que contemplar la totalidad de los actos y procesos involucrados en esta actividad delictiva. Esto implica probar varios elementos: primero, la captación; segundo, su traslado, que puede ocurrir incluso dentro del mismo país; y, por último, la recepción de esa persona en el lugar de destino. Además, se requiere demostrar el método de captación que, en la mayoría de casos, se basa en la explotación de la vulnerabilidad de la víctima en su lugar de origen. Por último, es necesario demostrar la explotación a la que se ha sometido o pretende someter a la víctima. Como puede apreciarse, son muchos los elementos de los que depende un proceso judicial y, aún más, una condena. Esta situación lleva a que en muchas […]