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Adolescentes: los riesgos del “sugar dating”

Ilustración por Soofiya AndryIlustración por Soofiya Andry “Las jóvenes lo perciben como un “intercambio”, lo que disminuye la conciencia de estar siendo explotadas por un adulto. Sin embargo, no se trata de un intercambio equitativo, ya que existe un gran desequilibrio de poder entre las partes”. Actualmente, el entramado relacional en el que se encuentran los adolescentes y jóvenes ha cambiado con respecto a generaciones anteriores. Las redes sociales e internet han generado una nueva forma de relacionarse, que aunque ofrece numerosas ventajas y hace nuestra vida más fácil en algunos casos, también ha dado lugar a nuevos riesgos para los adolescentes. Han surgido nuevos modelos de relación a través internet, nuevas formas de explotación sexual como el grooming, la sextorsión y la captación de adolescentes y jóvenes como acompañantes de hombres adultos (Sugar Daddies), con el riesgo que implica para estas jóvenes. España es el quinto país en número de personas registradas en páginas web de sugar dating, con más de 400.000 personas. De ellas, el 63% son mujeres jóvenes universitarias. TikTok tiene 1,6 millones de visualizaciones del hashtag #sugardaddies. Y aunque se trata de una práctica inicialmente dirigida a mayores de 18 años, no es difícil que accedan a ella menores. Es extremadamente accesible a través de redes sociales, webs y apps. Es importante que las familias estén al corriente de estas nuevas formas de explotación sexual, con el fin de detectar los indicadores de riesgo y poder intervenir. ¿Qué es un sugar daddy?¿Y una sugar baby? Los sugar daddies suelen ser hombres de alto poder adquisitivo, que establecen una relación con una joven o adolescente, en la cual el hombre hace regalos costosos (móviles de alta gama, ropa de marca o complementos caros, maquillaje o perfumes) a cambio de acompañamiento, intimidad y relaciones sexuales. Los riesgos del sugar dating En muchos casos, estas formas de explotación se ceban en adolescentes y jóvenes vulnerables, que ven una oportunidad de tener un móvil de última generación o unas deportivas de marca, haciendo algo que “mucha gente hace” (así se lo plantean las agencias que lo promueven). Si la joven se niega a realizar alguna práctica sexual que le solicita su sugar daddy, puede perder su asignación económica o los regalos que recibe, por lo que existe una coacción de tipo económico. Las adolescentes lo perciben como un “intercambio”, lo que disminuye la conciencia de estar siendo explotadas por un adulto. Sin embargo, no se trata de un intercambio equitativo, ya que existe un gran desequilibrio de poder entre las partes. El adulto tiene una mayor edad, experiencia vital, recursos económicos, estrategias personales, estabilidad personal, laboral y social y una posible red de contactos que le apoya en su actividad de captación de jóvenes. La adolescente se encuentra en una situación económica más precaria, tiene una menor edad y experiencia vital, lo que la hace fácilmente manipulable ante las estrategias de marketing de las agencias de sugar dating. El sugar dating no está exento de riesgo, tanto en chicas menores de edad como en jóvenes que ya hayan superado los 18 años. Entre los riesgos de esta práctica se encuentran la explotación sexual, […]

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