Alesia Martínez
Artículo original en periodismohumano.com
Más de 500 mujeres se dan cita para buscar soluciones integrales a los problemas de la región (Foto: Darío Chiquitó)
Las mujeres que han hecho grandes luchas en Guatemala han sido perseguidas, amenazadas y asesinadas. Porque la muerte no solo llega cuando te matan con un arma, también cuando te hieren el alma y te quitan la voz". Ante un aforo de más de 500 mujeres procedentes de todo el continente americano, Silvia Gereda, presidenta del capítulo de Voces Vitales en el país, periodista y catedrática guatemalteca, inició con voz quebrada su discurso inaugural en el Primer Encuentro y Diálogo para Mujeres Centroamericanas, celebrado a finales de mes en la ciudad capital.
"Hace unos días les expresé a mis tres hijas que una jamás debe amedrentarse frente a las amenazas, que es legítimo desobedecer órdenes y decisiones injustas. Y venciendo todo ello aquí estoy, porque he decidido no tener más miedo, no ceder ante los abusos de poder y darles una lección de vida. Solo con valentía y poniendo toda nuestra inteligencia al servicio del amor y de la paz, podremos construir una sociedad más justa y equitativa". Todavía nerviosa Gereda recogía su carta de renuncia presentada la noche anterior, retractándose de una decisión producto del temor para seguir en su lucha, aquella que le ha de permitir alcanzar un sueño colectivo.
Una administración pública con instituciones efectivas e incluyentes. La generación de propuestas que mejoren el ambiente de convivencia en cuanto a seguridad pública. La mejora de la calidad y el acceso a la educación y a los servicios de salud. La promoción de iniciativas empresariales sustentadas sobre la base de un desarrollo económico incluyente. Y la necesidad de acceder a empleos dignos que favorezcan la competitividad sana, el dinamismo y la prosperidad entre hombres y mujeres. Es todavía muy largo el camino a recorrer, antes de conseguirlo.